Chanel reinventa la Costa Azul en el Lago Como

Villa d’Este, a orillas del lago Como, se transformó en un teatro chic para la nueva colección crucero 2025-2026 de Chanel. Se trata del último acto firmado por el estudio interno antes de la esperada llegada de Matthieu Blazy, que se hará cargo en octubre.

Una invitación a bailar (incluso todavía)

Desde las primeras notas de la remezcla jazzística de Sway de The Rip-Off Artist, se estableció el tono: este espectáculo no se mira, se siente. Con un telón de magnolias, glicinas y camelias como telón de fondo, la elegancia evocaba tanto la Costa Azul vintage como los amores cinematográficos de un Visconti fantaseado. Todo aquí hablaba de verano, de deseo, de recuerdos lejanos… y de un cierto art de vivre francés.

Un armario diseñado para la Riviera (y más allá)

La colección evoca todos los arquetipos del chic costero, con el toque Chanel de fondo. Hay veleros pop, bolsos de paja, vestidos de cóctel metalizados, minivestidos de ganchillo y pañuelos al tobillo. Las referencias cruzan las décadas. Desde trajes de noche de tweed hasta zuecos de charol, desde gafas de sol negras sobredimensionadas hasta trenzas de perlas superpuestas.

Mención especial en la inauguración: Ida Heiner, la musa del cortometraje realizado por Sofia Coppola para la ocasión. Llevaba un vestido albornoz de seda y una toalla delicadamente deslizada en su maxi bolso. El glamour de un día después de una fiesta, captado sin artificios.

Una última firma antes de que cambie la era Chanel

Más que un simple desfile de moda, este crucero fue también una silenciosa despedida al Chanel del periodo intermedio. A través de postales, folletos literarios distribuidos a los invitados y regalos de seda, la casa evocó una época suspendida. Justo antes de que Matthieu Blazy imprimiera una nueva.

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