Ferrari en racha en 2025, pero preocupado por el mercado estadounidense
Ferrari ha tenido un primer trimestre brillante, sin perder de vista el futuro de su mercado más estratégico: Estados Unidos.
3593 Ferraris vendidos entre enero y marzo: impulso intacto
Al entrar en 2025, el fabricante italiano de automóviles Ferrari confirma su deslumbrante crecimiento. Entre enero y marzo, la marca de Maranello entregó 3.593 vehículos en todo el mundo, frente a los cerca de 3.560 del año pasado. Una cifra modesta en términos de volumen, pero estratégicamente significativa.
Con unas ventas de 1.800 millones de euros y un beneficio neto del 17%, la marca sigue aprovechando la demanda sostenida de personalización y una combinación de productos muy rentable.
El director general Benedetto Vigna califica el comienzo del año de «auspicioso», y señala que se esperan seis nuevos modelos para 2025. Entre ellos está el esperado 296 Speciale, pero sobre todo elElettrica, el primer Ferrari 100% eléctrico, presentado como un punto de inflexión estratégico para la marca.
Estados Unidos: un motor de crecimiento… bajo presión
Pero este panorama positivo oculta una sombra del otro lado del Atlántico. El mercado estadounidense, que representa un tercio de las ventas de Ferrari -3.452 coches vendidos y unas ventas de 1.650 millones de euros en 2024-, está bajo presión. ¿La causa? Los nuevos impuestos a la importación, que obligan a la marca a revisar sus precios al alza.
Desde el 2 de abril, la empresa aplica subidas de precio de hasta el 10% en varios modelos, excluidos el 296, el SF90 y el Roma. ¿El objetivo? Absorber los aumentos de los derechos de aduana sin comprometer los márgenes.
Ferrari mantiene el rumbo, pero observa con cautela el posible impacto en la demanda norteamericana. En un mercado donde la exclusividad sigue siendo el rey, todo ajuste de precios es estratégico.
2025 promete ser un año clave para Ferrari, con un crecimiento sólido, nuevos lanzamientos y retos comerciales. La marca está jugando hábilmente con la rareza y la innovación, pero tendrá que demostrar que su lujo también puede resistir a la geopolítica.
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