Hublot: Choupette se convierte en el icono más inesperado de la relojería
No lleva reloj, pero redefine el estilo. Para celebrar el 20 aniversario de su legendario Big Bang, Hublot ha elegido al icono más inesperado de todos: Choupette.
Una musa que juega con los códigos
Para celebrar dos décadas de relojería provocadora, Hublot no podría ser más subversivo: la marca suiza ha confiado su campaña a Choupette, la gata favorita de Karl Lagerfeld. Fotografiada por Carlijn Jacobs, la musa de pelo blanco se convierte en el emblema de esta serie de aniversario, en una campaña donde lo absurdo se encuentra con lo genial. No tiene muñeca ni necesidad de dar la hora, pero encarna a la perfección la filosofía de ruptura e ironía controlada que constituye el ADN de Hublot.
Red Magic «Own It»: el reloj atrevido
En el corazón de esta celebración hay un reloj poco común: el Big Bang Red Magic «Own It», limitado a sólo 100 piezas en todo el mundo. Su caja de cerámica roja pulida y granallada llama inmediatamente la atención. El bisel, también totalmente rojo, presenta un llamativo juego de texturas. Protegido por un cristal de zafiro antirreflejos, todo el reloj ofrece una visibilidad perfecta.
Pero el diseño por sí solo no cuenta la historia de este reloj. Su calibre UNICO, un cronógrafo flyback fabricado al 100%, es una joya de la tecnología relojera: 354 componentes, cuerda automática, sistema de doble acoplamiento, rueda de pilares visible desde la esfera y una reserva de marcha de 72 horas. El reloj también es hermético hasta 100 metros, lo que aumenta sus credenciales de lujo y rendimiento.
Una campaña viral (y visionaria)
Presentada en Instagram y TikTok el 1 de mayo, la campaña Red Magic marca un punto de inflexión pop para Hublot. Choupette encarna una especie de antiheroína del lujo: silenciosa, felina e insolente. Otros dos modelos completarán este tríptico visual: el Big Bang Tourbillon Automático Amarillo Neón SAXEM y el Big Bang Cerámica Titanio.
Con Choupette y su Red Magic, Hublot vuelve a redefinir las reglas del juego de la relojería. Y demuestra que la audacia… definitivamente no necesita muñecas.
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