Burberry despide masivamente… pero apuesta fuerte por las gabardinas

La casa de moda británica Burberry atraviesa un periodo de turbulencias. Pero tras los despidos anunciados, está tomando forma un ambicioso plan para reafirmar su identidad.

1.700 puestos de trabajo en peligro por 100 millones de dólares de ahorro

En mayo de 2025, Burberry desvela una nueva fase de su plan de reconversión. La marca, cuyas ventas han caído un 15%, se propone ahora ahorrar 100 millones de libras para 2027. Tras una primera oleada de reducciones de costes a finales de 2024 (40 millones de libras), la empresa británica añade otros 60 millones de libras a la factura.

Este plan incluye una drástica reducción de plantilla, con la pérdida potencial de 1.700 puestos en todo el mundo, o casi el 18% de su plantilla total. La empresa, que actualmente emplea a más de 9.300 personas, también pretende optimizar sus costes inmobiliarios y de compras, como parte de una estrategia de reorientación global.

Una pérdida de impulso… atenuada por signos positivos

En el ejercicio finalizado en marzo de 2025, Burberry registró unas ventas de 2.500 millones de libras, lo que supone un fuerte descenso. Sin embargo, el beneficio operativo superó las expectativas, alcanzando los 26 millones de libras frente a los 11 millones estimados. Esta paradoja refleja la resistencia del sector, pero también la urgencia de una transformación fundamental.

El plan «Burberry Forward»: volver a centrarse en el ADN

Detrás de estos anuncios se esconde una clara ambición: reconstruir en torno a lo esencial. Bajo la dirección de Joshua Schulman, nombrado Consejero Delegado en 2024, la marca está activando su estrategia «Burberry Forward». El objetivo es reinventar su narrativa, reposicionar sus precios y, sobre todo, centrarse en el ADN más fuerte de la marca: la ropa exterior.

Las gabardinas, las bufandas y las parkas son los pilares de este relanzamiento. » Es donde tenemos más autenticidad donde tenemos más oportunidades», dice Schulman, que planea intensificar sus campañas a partir del otoño de 2025.

Un renacimiento es posible, pero bajo presión

Burberry se la juega. Entre despidos masivos y una apuesta por su identidad histórica, la Casa tiene que convencer a inversores y clientes de que sigue siendo un actor clave del lujo británico.

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