La colaboración entre Jacquemus y Monte-Carlo Beach encenderá el verano

¿Y si el verdadero lujo de este verano fuera un interludio de luz, entre el diseño y el mar turquesa? Ésa es la promesa de Jacquemus, que deja sus bolsos -y su mundo- en la playa de Montecarlo para una temporada que ya se perfila como de culto.
Una Riviera reinventada por el ojo Jacquemus
No es una colección, sino una inmersión. El diseñador estrella del Sur, paladín de una Provenza estilizada, suave y minimalista, está reencantando los lugares emblemáticos de la playa de Monte-Carlo. Para ello, ha diseñado una escenografía estival concebida como un retablo viviente. Los colores emblemáticos de la casa -amarillo plátano, blanco leche de coco, rayas negras-, las tumbonas, las sombrillas y los pontones se transforman en obras de arte al aire libre.
Bajo la brisa marina, la decoración se convierte en una meditación sensorial, entre la elegancia sin ostentación y las referencias visuales al Mediterráneo de los pintores. Cada detalle lleva la impronta de Jacquemus: soleado, refinado, intensamente gráfico, pero siempre enraizado en una suave idea del placer.
Lujo que cuenta una historia
Pero esta colaboración va mucho más allá de una estética refinada. Jacquemus no está decorando: está contando una historia de la Riviera, de un verano a la vez contemplativo y vibrante. Dos boutiques efímeras completan la experiencia, como pausas en el tiempo. Instaladas en el corazón de la estación, combinan muebles en bruto, bocetos inspirados en Renoir o Matisse, y libros selectos que evocan la Provenza natal del diseñador.
Es como entrar en una casa de vacaciones de ensueño, bañada por el sol, con la sensación de ser recibido no por una marca, sino por una sensibilidad. Una forma rara de lujo, donde el alma nunca se sacrifica por la imagen.
El Monte-Carlo Beach en su nueva era Jacquemus
Con la llegada de esta colaboración, el Monte-Carlo Beach prosigue su transformación. Ya embarcado en una dinámica más contemporánea, con nuevas actividades deportivas (como el padel) y la creciente popularidad del restaurante Elsa, el hotel refuerza su ADN: el del lujo luminoso, fluido, eco-responsable y veraniego.
La presencia de Jacquemus completa esta transformación añadiendo un alma más: la de un diseñador capaz de transformar los lugares en emociones, y los objetos en recuerdos sensoriales.
Una escala que se vivirá hasta el 7 de octubre de 2025
Ofrecida durante todo el verano y hasta el otoño, esta colaboración no se repetirá. Se ha concebido como una temporada única, un interludio soleado entre sueños, refinamiento y sencillez controlada. El lugar, ya mítico, se convierte en escenario. Y una vez más, Jacquemus ha conseguido sorprender donde menos se esperaba: en la discreta, apacible y sublime Riviera.
📍 Todos los días en la Playa de Monte-Carlo
🗓 Hasta el 7 de octubre de 2025
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