Esta obra maestra oculta del Petit Palais renacerá pronto
Un fresco monumental, olvidado y carcomido por el tiempo, está a punto de recuperar su antiguo esplendor. Este proyecto bien podría cambiar la forma en que la gente visita el Petit Palais.
Un tesoro de la Belle Époque en peligro
Pocos visitantes miran hacia arriba al cruzar el peristilo del Petit Palais, el majestuoso pasadizo que une el patio con el jardín interior. Y sin embargo, a 10 metros del suelo, se puede contemplar uno de los frescos más ambiciosos del París del siglo XX. Realizado entre 1910 y 1911 por Paul Baudoüin, pintor y admirador del Renacimiento italiano, cubre más de 1.000 m² de decoración inspirada en el calendario republicano. Una sutil celebración de las estaciones, las horas, el día y la noche.
Pero esta obra maestra, ignorada por los medios de comunicación, ha soportado todo el peso de los efectos del clima parisino: filtraciones, humedad, moho, pintura descascarillada, etc. En abril de 2025, se dictó sentencia: era necesario actuar urgentemente. Las obras de restauración, estimadas en 3,7 millones de euros, durarán hasta la primavera de 2026.
La ciencia al servicio de la salud
La restauración promete ser una operación de gran precisión. Dirigida por los Museos de París, en colaboración con el arquitecto Pierre-Antoine Gatier y la agencia Aline Berelowitsch, movilizará una pericia poco común: conservación del fresco, limpieza de la piedra, reelaboración del mármol, consolidación de la estructura y sustitución de los acroterios. Isabelle Auclair, conocida figura de la conservación monumental, se encarga del fresco propiamente dicho.
Pero este proyecto va más allá: encarna una nueva generación de obras patrimoniales “verdes”. Con su uso de materiales sostenibles, procesos no invasivos y gestión racional de los recursos, se trata de un proyecto piloto de restauración ecológica que París bien podría utilizar como ejemplo para otros monumentos históricos.
Un marco ultraselectivo
El Petit Palais sigue siendo accesible, incluso durante las obras de renovación. Sólo el jardín permanecerá cerrado por el momento (hasta el 24 de junio de 2025), mientras que el Café 1902 interior seguirá acogiendo a los visitantes. Mejor aún: lejos de interrumpir la visita, esta restauración revelará un nuevo ángulo del museo, más envolvente, más sensible a los detalles.
El objetivo final es claro: ofrecer a los visitantes una interpretación enriquecida de la arquitectura del lugar, devolver la visibilidad a un espacio olvidado y rehabilitar el fresco como una joya por derecho propio en el recorrido museístico. Este trabajo en profundidad podría volver a situar el peristilo en el centro de la experiencia del Petit Palais.
Por qué deberías seguir este proyecto
En un París saturado de restauraciones de alto nivel, este proyecto destaca por su discreción, ambición técnica y significado simbólico. Pone de relieve el patrimonio de la Belle Époque, la excelencia de la artesanía y una visión ecorresponsable de la conservación.
El Grupo BPCE, patrocinador principal, no se equivoca: apoyar este proyecto de restauración significa contribuir a transmitir un saber hacer que va más allá de lo puramente artístico. Es un proyecto que hay que seguir paso a paso, antes de redescubrir su brillo en la primavera de 2026.
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