Chanel apuesta por Nevold: ¿puede el lujo convertirse realmente en circular?
¿Y si el futuro del lujo no residiera en la novedad, sino en la regeneración? Con Nevold, Chanel se ha embarcado en un cambio estratégico que combina creación y responsabilidad.
Chanel entra en la era circular
Anunciado el 9 de junio, Nevold -una sutil contracción de never old- no es simplemente un programa de reciclaje, sino una nueva entidad por derecho propio. Se une a la división de Moda y Métiers d’Art, convirtiéndose en la tercera rama oficial de Chanel. Sophie Brocart, ex de Patou, está al frente de este ambicioso proyecto con un objetivo claro: reinventar las materias primas del mañana.
¿La idea? Dar una segunda vida a stocks inactivos, artículos no vendidos, restos textiles… pero también reciclar los residuos de otras marcas dispuestas a seguir esta lógica. Chanel no quiere hacer Chanel a partir de Chanel, sino crear una cadena de suministro compartida en la que lo reciclado se convierta en la nueva norma.
Lujo, escasez y regulación: lo que está en juego
Si Chanel actúa hoy, también lo hace por anticipado. La creciente escasez de materiales nobles como la seda y el cachemir, amenazados por el cambio climático, está obligando a las grandes casas de moda a replantearse su abastecimiento. Como señala Bruno Pavlovsky, Presidente de la División de Moda de Chanel, hay una necesidad urgente de encontrar materiales que sean tan de alta calidad como sostenibles, y que en última instancia cuesten menos que el plástico.
La futura normativa europea exigirá pronto una mayor transparencia en la gestión de los residuos textiles. Chanel no sólo quiere estar preparada, sino marcar la pauta del lujo responsable.
Una ambición colectiva, socios estratégicos
Con una inversión inicial de entre 50 y 80 millones de euros, Nevold se apoya en sólidos aliados: L’Atelier des Matières, Filatures du Parc y Authentic Material. El objetivo es extender esta circularidad a otros sectores como el deporte, la automoción y la aviación.
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