Frivole: el nuevo lugar donde París se suelta sin complejos
Desde junio, un viento de libertad sopla en la escena nocturna de París. Con Fivole, enclavado en La Maison Champs-Élysées pero con su propia entrada luminosa, el Triangle d’Or da la bienvenida a una dirección que rompe etiquetas. Bar de cócteles, restaurante elegante, salón confidencial: aquí, París se vive sin moderación, a cualquier hora y en todas sus facetas.
Un espacio libre, sensual y (deliberadamente) frívolo
La experiencia comienza en el umbral: una irreverente luz de neón te invita a olvidar las convenciones. Dentro, los diseñadores Fabien Chalard y Julien Geliot han ideado una decoración chic y teatral: terciopelo envolvente, iluminación tenue, guiños dieciochescos a María Antonieta, todo ello en una atmósfera deliberadamente desenfrenada pero nunca vulgar. El ambiente cambia según el día: almuerzos elegantes en la terraza, largos aperitivos, cócteles sensuales y música nocturna.
El menú: entre el refinamiento y la provocación gourmet
La cocina, orquestada como un ritual del placer, está disponible desde el almuerzo hasta la cena, con platos para compartir o platos de autor. Foie gras crujiente con ciruela, pizzette de salmón con eneldo, croque Frivole con jamón trufado, o stracciatella de aceite de oliva y albahaca (una auténtica delicia): eliges, pruebas, vuelves.
Los entrantes son todo contraste: velouté de guisantes glaseados con huevo crujiente, tartar de atún con verbena o carpaccio de salmonete con pimiento de Espelette.
Los platos principales tienen un estilo propio: solomillo de ternera Wellington, Frivole-au-vent de vieiras con setas rebozuelo, pato con guindas, o una versión vegetariana de raviolis de ricotta y espinacas. Mención especial merece el menú semanal (a partir de 39 €): una selección diaria creativa y reconfortante (paletilla de cordero confitada los lunes, bistec de falda con chimichurri los jueves, etc.).
El fin de semana, la versión chic de la comida del domingo es pollo asado para compartir.
Cócteles: una mixología salvaje y un menú hedonista
Detrás de la barra está el verdadero patio de recreo de Frivole. Aquí, Rémy, embajador de la Chartreuse, lleva la creatividad al límite con mocktails sensoriales, cócteles narrativos, copas espectaculares y giros botánicos.
Entre las visitas obligadas:
- Coupe Coquine: Armagnac, prosecco y mousse de romero – para beber como un secreto.
- Minuit à Deauville: calvados, Dom Bénédictine y azahar: sensual, envolvente.
- La Ravageuse: ruibarbo, ginebra y lima – fresca, desenfadada, casi descarada.
El Salón Luis XIII: lujo discreto, placeres raros
A partir de septiembre, los iniciados tendrán su propio escondite confidencial: el Salón Luis XIII, dedicado a los amantes de los coñacs excepcionales y los puros raros. Es un lugar acogedor, reservado mediante afiliación o reserva, donde los entendidos podrán disfrutar de momentos al borde del asiento. Una idea original para los epicúreos que rechazan el conformismo de los clubes clásicos.
Frivole, o cómo reconciliar París consigo mismo
En una capital a menudo desgarrada entre la excelencia rígida y el cool sin alma, FRIVOLE se atreve a conciliarlo todo: estilo y ligereza, fiesta y delicadeza, impertinencia y detalle. Aquí no se viene a consumir: se viene a vivir.
El Triángulo de Oro, a menudo juzgado demasiado conservador, ha cobrado nueva vida con esta dirección, un gusto por el riesgo controlado y una sensualidad moderna.
📍 FRIVOLE – 8 rue Jean Goujon, 75008 París
(entrada independiente – La Maison Champs-Élysées)
⏰ Abierto todos los días para comer y cenar – DJ sets los fines de semana
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