Brad Pitt en Tokio: un raro Patek Philippe en su muñeca para promocionar la película F1
En Tokio para promocionar la película F1, Brad Pitt volvió a causar sensación, esta vez con un reloj tan raro como inaccesible: un Patek Philippe Nautilus ‘Jumbo’ 3700.
Mientras la F1 bate récords de taquilla, Brad Pitt continúa su gira mundial. En Tokio, el actor de 61 años realizó una serie de entrevistas y alfombras rojas. Pero fue sobre todo su muñeca lo que llamó la atención de los entusiastas: llevaba un Patek Philippe Nautilus 3700 de acero, con una esfera de bronce «tropical » que se ha convertido casi en legendaria. Una elección que confirma que, más allá de su carisma, Brad Pitt también sabe jugar la carta de la sutileza relojera.
El Nautilus 3700, apodado Jumbo por sus 42 mm de diámetro, fue imaginado en 1976 por Gérald Genta, el genio del diseño del Royal Oak de Audemars Piguet. La esfera de bronce, que apareció en 1977, no es una variación de marketing: es el resultado de la oxidación natural, propia de las condiciones de almacenamiento y luz, que hace que cada reloj sea único. En otras palabras, ningún otro reloj se parece al de Brad Pitt.
Un reloj perfecto… o casi
Este modelo encarna el equilibrio perfecto entre la deportividad discreta y la elegancia vintage. Sin embargo, este Patek tiene dos grandes defectos: es prácticamente imposible encontrarlo en el mercado y, cuando se consigue, cuesta casi 300.000 euros. Un lujo que pocos pueden permitirse, incluso entre los conocedores más exigentes de la alta relojería.
Para Brad Pitt, es una pieza más en una colección ya de por sí impresionante. Recientemente se le vio en Nueva York con un Vacheron Constantin 222 y un Patek Philippe Calatrava. Cada vez que aparece, parece interpretar un papel a través de sus relojes, como si escribiera una narrativa relojera paralela a su carrera.
París, aún en el corazón de la relojería de prestigio
Aunque esta aparición tuvo lugar en Tokio, París sigue siendo una visita obligada para estos relojes excepcionales. Muchas boutiques de la Place Vendôme y la Rue du Faubourg Saint-Honoré ofrecen selecciones poco comunes, a menudo con cita previa.
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