El Grand Bal d’Été en el Museo de Artes Decorativas: el evento secreto más chic de París

A la sombra del Louvre, un puñado de invitados cuidadosamente seleccionados se reunieron para el Baile de Verano del Museo de Artes Decorativas, bajo la dirección artística de Sofia Coppola.

Todos los años, la Semana de la Alta Costura de París está salpicada de suntuosos eventos. Pero pocos son tan secretos -y tan elegantes- como el Grand Bal d’Été del Musée des Arts Décoratifs, celebrado en el Pavillon de Marsan, antigua ala real del Palacio del Louvre. Orquestado por la directora Sofia Coppola, el acto rindió homenaje a un siglo de creatividad desde la Exposición de 1925.

Esa tarde, Kirsten Dunst, Keira Knightley, Christian Louboutin, Farida Khelfa, Jordan Roth y otras figuras del mundo de la moda y la filantropía se reunieron para celebrar laexcelencia francesa en las artes decorativas. Fue un contraste asombroso con el París lluvioso de la mañana: a las 19:00, un milagro meteorológico, el cielo se despejó. Mágico.

Sofia Coppola, discreta embajadora de un París de ensueño

Conocida por su mirada nostálgica y su fascinación por el chic francés, Sofia Coppola creó un escenario inspirado en los grandes bailes de sociedad, desde el Bal Proust de Marie-Hélène de Rothschild hasta el Black & White Ball de Truman Capote. Rodeada por el florista Thierry Boutemy y el chef Bertrand Grébaut(Septime), galardonado con una estrella Michelin, ofreció una velada opulenta y magistral.

Patrocinio discreto pero decisivo

El proyecto fue iniciado por Jean-Victor Meyers, nieto de Liliane Bettencourt y activo mecenas del museo. El objetivo del baile era apoyar la conservación, las exposiciones y la educación artística. Gracias a las donaciones privadas -que oscilan entre algunas decenas de miles y varios millones de euros-, el museo ha podido renovar el Cabinet des Dessins, montar la exposición Paul Poiret y preparar un foco Art Decó para el otoño.

Una noche sin redes, pero no sin brillo

Pocos medios de comunicación presentes, casi ninguna foto permitida. La consigna: discreción. Y sin embargo, en los salones adornados con espectaculares ramos de flores, la energía de las grandes noches era palpable. El punto culminante fue un concierto sorpresa del grupo Phoenix para estudiantes de escuelas de moda, invitados a compartir esta noche parisina atemporal.

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