Loro Piana en crisis: se cuestiona la subcontratación de lujo

La casa de moda italiana Loro Piana, propiedad de LVMH, es objeto de un procedimiento judicial en Italia tras las revelaciones condenatorias sobre las prácticas de uno de sus subcontratistas.

El sector del lujo, a menudo asociado a la excelencia, no es inmune a las zonas sombrías. Loro Piana, líder mundial en prendas de punto de cachemira, se encuentra ahora en el centro de un escándalo de trabajo no declarado y abusos sociales. El tribunal de Milán ha puesto a la empresa bajo supervisión judicial durante 12 meses, tras el descubrimiento de un taller ilegal que empleaba a trabajadores ilegales.

Condiciones de trabajo inaceptables externalizadas

Todo empezó con una denuncia por violencia y salarios impagados contra un subcontratista con sede en el norte de Milán. La investigación de la policía italiana reveló un taller clandestino donde los empleados trabajaban hasta 90 horas semanales por 4 euros la hora, y vivían en dormitorios ilegales instalados en la propia fábrica.

Este taller, oculto tras dos empresas ficticias, confeccionaba prendas de lujo de cachemira para Loro Piana. Las empresas implicadas han sido acusadas de explotación de los trabajadores, mientras que Loro Piana está acusada de haber «facilitado negligentemente» estas prácticas.

En una declaración enviada a la AFP, la empresa negó cualquier implicación directa y afirmó que había roto los vínculos con el proveedor en las 24 horas siguientes a ser informada, el 20 de mayo de 2025. También prometió intensificar sus auditorías y controles internos.

LVMH en una posición delicada

La marca, que pertenece en un 80% al grupo francés LVMH, forma parte de una prestigiosa cartera en la que la ética se está convirtiendo en una cuestión cada vez más estratégica. Aunque Loro Piana afirma querer intensificar su vigilancia, este caso pone de manifiesto los límites de la calidad y el control humano en las cadenas de suministro.

Por tanto, París, sede de LVMH, también se ve afectada por este asunto, en un momento en que la transparencia de las prácticas industriales se está convirtiendo en algo central, sobre todo para los clientes, cada vez más sensibles a las condiciones en que se fabrican los productos de lujo.

Un fenómeno sistémico en el lujo italiano

El caso Loro Piana no es una excepción. Desde 2023, las autoridades italianas han intensificado sus controles en el sector de los artículos de lujo. Varias empresas como Armani, Valentino, Dior (también filial de LVMH) y Alviero Martini han sido puestas bajo administración judicial por delitos similares. Estos abusos ponen en tela de juicio la durabilidad real del «Made in Italy», que a menudo se utiliza como garantía de calidad.

¿Hacia una necesaria revisión del modelo?

El reto para las grandes marcas está ahora claro: mantener unos estándares elevados sin subcontratar la presión a proveedores de servicios sin escrúpulos. El ejemplo de Loro Piana demuestra que la opacidad de la subcontratación puede tener un efecto duradero en la imagen de una marca, incluso cuando se basa en materiales nobles y en una narración tradicional.

También es una llamada de atención para las demás marcas del grupo LVMH, muy activas en París y en las grandes capitales del lujo, donde la trazabilidad y la responsabilidad social se están convirtiendo en criterios tan importantes como el diseño.

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