¿Dónde puedes disfrutar del mejor marisco de París? Dirígete a La Lorraine
Situada en la Place des Ternes, la Brasserie La Lorraine es una referencia emblemática en el 8ᵉ arrondissement, conocida por su impecable servicio y su excepcional marisco.
Fundada en 1919, esta brasserie encarna el espíritu de los grandes restaurantes parisinos: decoración elegante, servicio riguroso y productos cuidadosamente seleccionados. Modernizado sin perder su caché histórico, ahora atrae a clientes habituales y visitantes por igual. La cama de ostras del comedor marca la pauta nada más entrar: aquí, el marisco es el rey.
El servicio a la francesa es un verdadero arte. Cada gesto es preciso, se guía al cliente en la elección de los productos, el pescado se presenta crudo antes de cocinarlo y luego se sirve con esmero en la mesa. Este alto nivel es poco frecuente en París, y contribuye a la reputación del restaurante. Desde el escamador de pescado hasta el maître, todo el personal está formado en las tradiciones de la hospitalidad parisina.
Una institución bien establecida en París
La Lorraine es más que una brasserie: es una institución. Ha visto pasar por sus puertas a generaciones de parisinos y viajeros, atraídos por su cocina marinera y su céntrica ubicación. A tiro de piedra de la avenida de los Champs-Élysées y del Arco del Triunfo, es una de esas direcciones emblemáticas que han sobrevivido a las décadas sin perder un ápice de su calidad. Su nombre también hace un guiño a la historia de Francia, en homenaje a la región de Lorena.
Servicio francés impecable
Lo sorprendente de La Lorraine es la constancia de su excelente servicio. Una bienvenida sonriente, personal elegante, servicio de aparcacoches: todo está diseñado para garantizar una experiencia pulida y sin complicaciones. Desde el desayuno hasta las cenas tardías, el equipo se preocupa de mantener una calidad constante en un ambiente silencioso y respetuoso. Es este rigor lo que atrae a una clientela exigente, tanto francesa como internacional.
Marisco superfresco
El menú es una celebración del mar: ostras Gillardeau, Saint-Vaast, finas de Claire, cangrejo, bogavante, cigalas, buccinos… Las fuentes son generosas, los productos siempre de temporada. Puedes optar por un plato sencillo o una fuente real para dos. El chef también da protagonismo a platos como la dorada al limón yuzu, los mejillones gratinados y el ceviche de lubina, siempre prestando especial atención a la frescura y el origen.
Conocimientos tradicionales
Detrás del menú hay una gran riqueza de conocimientos tradicionales. Cada producto se prepara respetando sus cualidades naturales. Postres como soufflé Grand Marnier o la crème caramel, amplían esta experiencia culinaria típicamente francesa. La discreta pero bien elegida bodega de vinos es el acompañamiento perfecto.
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