¿Dónde almorzar o cenar en París con vistas? Descubre el Diamant Bleu en el Sena

¿Y si el restaurante más bonito de París flotara literalmente sobre el Sena? Lejos de los tópicos turísticos, el Diamant Bleu ofrece una experiencia poco común, una mezcla de inmersión parisina, generosa gastronomía y entretenimiento en vivo, ya sea un brunch dominical o una cena musical. Entre monumentos emblemáticos y platos extravagantes, embárcate en un crucero donde la decoración y el menú cambiarán tu relación con la capital.

Una vista panorámica de París desde el río

Subir a bordo de Le Diamant Bleu es como entrar en una burbuja, suspendida entre el cielo, el agua y la arquitectura. Desde los primeros minutos, se produce la magia: Notre-Dame, el Museo de Orsay, el tejado de cristal del Grand Palais y, por supuesto, la Torre Eiffel, que el barco frena durante un buen rato para que todos tengan el placer de redescubrirla desde un ángulo privilegiado. Durante el día, la luz natural sublima las curvas haussmanianas; al anochecer, las iluminaciones de la Ciudad de la Luz toman el relevo. Este despliegue visual -puentes prestigiosos, reflejos dorados en el agua, monumentos acariciados por el viento- es un espectáculo en sí mismo.

El brunch dominical del Diamant Bleu: un festín flotante todo lo que puedas comer

Todos los domingos a mediodía, el Diamant Bleu se transforma en un templo del brunch, en un formato tan generoso como refinado. A partir de las 12.30 h, los pasajeros se embarcan en un crucero de dos horas, con un ambiente musical silencioso y los chefs cocinando ante tus propios ojos. Lejos de los bufés estándar, aquí los talleres gourmet cobran vida en directo: tostadas florentinas con guacamole, linguini fresco, carnes asadas y mini hamburguesas del tamaño de un bocado. También puedes preparar tu propia ensalada, probar crêpes Suzette flambeadas o mojar fresas en una fuente de chocolate -sí, literalmente.

Se ofrecen dos fórmulas: una por 69 € que incluye las bebidas clásicas (bebida caliente, zumo, agua), y una versión de 99 € con cócteles y vino ilimitados. ¿Un plus? Un programa de animación infantil, diseñado para que las familias disfruten juntas, pero de una forma diferente y sin compromisos.

Cena del domingo: crucero nocturno y buffet excepcional

En cuanto cae la noche, el Diamant Bleu cambia de tono. El ambiente se vuelve más tenue, casi cinematográfico. El embarque comienza a las 19.30 h, para un crucero de dos horas y media que empieza a las 20.15 h. Un cantante en directo acompaña los platos, transformando la experiencia en un discreto espectáculo nocturno, entre ambiente lounge y refinamiento acústico.

En cuanto a la cocina, el bufé es una oda a la diversidad: sushi, maki, pescado del día, carnes asadas, ensaladas al pesto, quesos curados, pizza para hacer tú mismo e incluso linguini flambeados en una rueda de queso parmesano. El espectáculo culinario es total, sin pretensiones, pero con una verdadera calidad de ejecución. Está muy lejos del autoservicio anónimo: aquí, cada plato expresa el deseo de agradar, tanto por la generosidad de la oferta como por el esmero en la preparación.

Las fórmulas, con precios de 79 € (bebida única) o 109 € (con refrescos, vinos y cócteles ilimitados), significan que no hay sorpresas desagradables, y que puedes disfrutar de tu comida según tu apetito, tu estado de ánimo o… tus ganas de mirar hacia arriba, a la catedral iluminada.

Diamant Bleu, una experiencia multisensorial y decididamente parisina

Lo que distingue a Le Diamant Bleu es su capacidad para combinar varios tiempos: el tiempo de la comida, el tiempo de la ciudad, el tiempo del crucero. Todo es fluido, pero nunca apresurado. Nos tomamos tiempo para saborear, discutir y contemplar. Las mesas están espaciadas, el servicio es atento pero no intrusivo, y la música, bien elegida, evita la caricatura.

Más allá de la gastronomía, se expresa un arte de vivir parisino: placer lento, momentos compartidos, elegancia discreta. La clientela es variada -turistas exigentes, parejas de escapada, familias, grupos de amigos-, pero todos vienen en busca de algo más que una comida: vienen en busca de un recuerdo por derecho propio.

Reserva recomendada… y muy recomendada

En una capital donde proliferan los establecimientos de brunch, a menudo a expensas de la calidad o las vistas, Le Diamant Bleu cumple todos los requisitos. Vistas sublimes, cocina animada, ambiente musical y precios razonables: una ecuación poco frecuente, sobre todo en este París de los domingos donde todo parece cerrado o repetitivo.

Es imprescindible reservar, sobre todo para los domingos soleados o las noches de verano. Pero una cosa es segura: una vez a bordo, entenderás por qué este restaurante flotante se está convirtiendo poco a poco en una visita obligada para quienes quieren redescubrir París, de otra manera.

Información y reservas aquí

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