¿Por qué todo el mundo habla de la nueva campaña de Courrèges?

Selfies en espejos urbanos, mensajes de voz y WhatsApp: la casa de moda Courrèges está sacudiendo los códigos e imponiendo una nueva era de la comunicación de moda.

Un desfile de moda urbana, espejo en mano

Atrás quedaron los estudios pulidos y los decorados meticulosos: para su precolección primavera-verano 2026, Courrèges transforma las calles de París en una pasarela. Las modelos, equipadas con sus smartphones, se fotografían en espejos urbanos. El resultado es una campaña visual cruda, casi DIY, que captura el momento en lugar de congelarlo. Esta estética apta para Instagram permite a la marca anclarse en el uso contemporáneo a la vez que cultiva una forma de poesía urbana.

El selfie, la nueva moda

Esta elección no es insignificante. Refleja el deseo de Nicolas Di Felice, Director Artístico desde 2020, de renovar la imagen de la casa anclándola en su época. Esta estrategia redefine la relación entre la marca y el público: aquí, la mirada ya no procede del fotógrafo, sino de la propia modelo. Un gesto sencillo, casi íntimo, que difumina los límites entre el autorretrato y la estrategia de marca.

Una casa que habla con smartphone

No es la primera vez que Courrèges mezcla tecnología y moda. Para promocionar su fragancia “Messager” en 2023, la marca ideó una línea telefónica a la que podías llamar para escuchar un poema. El resultado: un intercambio en WhatsApp, una muestra o incluso un frasco enviado a tu casa. Una activación atípica que creó un vínculo emocional y sensorial con el público, lejos de la simple tomadura de pelo publicitaria.

Un renacimiento orquestado

Adquirido en 2018 por el grupo Artémis (familia Pinault), Courrèges está experimentando un auténtico renacimiento creativo. Y esta campaña, con su asertivo giro digital y su introspección urbana, forma parte de esa dinámica. Sin negar su herencia futurista, la casa está reinventando los códigos del lujo con un enfoque envolvente, directo, casi táctil.

Leer también: Roland-Garros 2025: un cheque récord para el ganador (y desigualdades aún visibles)

Escrito por , el
Compartir en