Gucci y Pomellato unen sus fuerzas: una colección de alta joyería que combina archivo y modernidad
El Grupo Kering está orquestando una colaboración sin precedentes entre Gucci y Pomellato. La colección de alta joyería Monili combina la marroquinería florentina con la experiencia joyera milanesa.
Se trata de una primicia en la historia del Grupo Kering. Gucci, el gigante florentino de la moda, se ha asociado con Pomellato, el principal joyero italiano, para crear una colección interdisciplinar de alta joyería. Titulada Monili – «joyas» en italiano-, esta línea exclusiva representa un raro encuentro entre dos mundos con fuertes identidades, unidos por sus raíces italianas y su vocación artesanal.
Entre patrimonio e innovación
Las piezas Monili se inspiran en dibujos de 1984 de los archivos Pomellato. Pero más allá de este recuerdo joyero, es la impronta de Gucci la que marca la estética general de la colección. La flexibilidad de la piel cosida, firma de la marroquinería Gucci, se mezcla aquí con el brillo deloro blanco y los diamantes para crear brazaletes esculturales con cierres invisibles, bolsos de mano rígidos ultradiseñados y un minaudière multifuncional con correa de eslabones grandes.
Esta fertilización cruzada de materiales y conocimientos forma parte de un enfoque intersectorial deliberado, que refleja el reposicionamiento estratégico de Kering en un mercado de bienes de lujo en contracción. Enfrentada a un contexto económico tenso y a una caída significativa de las ventas en varias divisiones del Grupo, esta iniciativa pretende poner en común la experiencia interna al tiempo que promueve el saber hacer italiano.
Una estrategia ultraexclusiva
Con esta cápsula, Kering se dirige a una clientela VIC (Very Important Clients), que busca piezas únicas a caballo entre los objetos utilitarios y las joyas de arte. Esta estrategia se inscribe en una voluntad de reforzar el posicionamiento de la marca, dirigiéndose a una clientela internacional ultrafortunada en busca de rarezas.
Con Monili, Gucci y Pomellato ofrecen un lujo discreto y técnico sólo por invitación. Una demostración de fuerza más que de seducción.
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