Skims presenta su mascarilla facial esculpible: un cruce entre el cuidado nocturno y el cosplay de Hannibal Lecter

Kim Kardashian lanza un nuevo producto facial Skims, pero es difícil no pensar en el famoso asesino enmascarado de las películas. Un accesorio de belleza que intriga tanto como divierte, incluso en París.

La marca Skims, ya consolidada en el mundo de la lencería modeladora, aborda ahora… el rostro. Su nuevo producto, el Seamless Sculpt Face Wrap, es una banda de tejido compresivo diseñada para remodelar el óvalo facial mientras duermes. Una innovación, según la marca. Una fuente de perplejidad, según el resto del mundo.

La idea: una máscara nocturna que envuelve la cabeza desde la barbilla hasta el cráneo, con un diseño a medio camino entre el equipamiento para deportes extremos y una escena de culto de El silencio de los corderos. La imagen de un modelo publicada en Instagram bastó para desencadenar una oleada de comentarios, algunos evocando un «spa de humor», otros… un cosplay de Hannibal Lecter en modo bienestar.

Cuando la belleza coquetea con lo absurdo

Pero Skims promete una revolución: gracias a un tejido modelador enriquecido con hilos de colágeno, la mascarilla ejerce una suave compresión, manteniendo los tejidos en su sitio durante la noche para «realzar» los rasgos faciales. Usada regularmente, devolvería firmeza y definición a la línea de la mandíbula. Al menos, esa es la promesa de marketing.

Pero en París, donde no escasean los cosméticos de vanguardia ni los institutos de estética, la llegada de esta diadema está provocando tanta diversión como interés. En distritos de lujo como el 6º y el 8º, algunos entusiastas de la cirugía blanda la ven como una alternativa ponible… para quienes no les importe dormir atados como el atrezzo de una película de terror.

¿Artilugio o solución milagrosa?

En realidad, la Envoltura Facial Seamless Sculpt puede ser más una estratagema de marketing que un verdadero avance estético. Porque aunque la compresión facial no es nada nuevo (se utiliza en cuidados postoperatorios desde hace décadas), su aplicación en un producto comercial nocturno plantea interrogantes: ¿es realmente eficaz, o sólo induce a la ansiedad? Y sobre todo: ¿quién se atreverá a llevarlo… en pareja?

En París, varias boutiques de alta gama ya están planeando distribuir el producto, apostando por influencers femeninas dispuestas a probar cualquier cosa que «esculpa» su imagen.

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