Domaine de la Bretesche, el refugio de 5 estrellas
Situado en la región de Pays de Loire, el Domaine de la Bretesche cultiva el arte del lujo discreto. Situado en 200 hectáreas de parques vírgenes, un castillo renacentista, un legendario campo de golf, un relajante spa y un diseño meticuloso se unen en perfecta armonía. Un lugar confidencial, con encanto bucólico, donde podrás recargar las pilas lejos del bullicio.
Patrimonio, diseño y naturaleza: el equilibrio perfecto
Nada más entrar, la impresión es impactante: puertas de hierro forjado, caminos arbolados, un espejo de agua y este castillo renacentista con un encanto casi irreal. Pero aquí no hay folclore. La finca, propiedad de B Signature Hotels & Resorts, ha recibido un cambio de imagen contemporáneo de Stéphanie Decurey. La arquitecta-decoradora ha infundido una sutil elegancia a las 25 habitaciones y suites, combinando carpintería de época restaurada, tejidos Dedar, muebles Ligne Roset y discretos toques modernos.
Las habitaciones tienen un aire de boudoir chic, las villas dúplex en el antiguo aprisco son seductoramente independientes, y las 13 casas de campo en el corazón del parque ofrecen una inmersión total en la naturaleza. Todas tienen acceso directo a las instalaciones de la finca: tenis, jogging, spa y, por supuesto, golf.
Filipe Silvestre, el chef que da la vuelta a los clásicos
Formado en los mejores establecimientos con estrellas Michelin (Loiseau des Vignes, Les Pêcheurs…), Filipe Silvestre dirige las cocinas del restaurante gastronómico Le Montaigu y de la brasserie Le Club. En Le Montaigu, todos los platos son exploraciones del terruño bretón, alimentado por el huerto de permacultura del hotel. Hay menús inspirados, como La Côte en Héritage, con marisco maduro, tubérculos y zumos reducidos, servidos frente al castillo, en una sala con techo de catedral realzado por espejos y una suspensión de pan de oro Catellani & Smith.
En la brasserie Le Club, el estilo es más relajado pero igual de exigente: carnes a la brasa, platos reconfortantes y una precisa selección de vinos, todo ello servido en un espacio que combina el diseño de Tom Dixon y una alfombra gráfica inspirada en el escudo de armas de la finca.
Golf, un campo excepcional
Clasificado como uno de los campos de golf más bellos de Francia, el campo de 18 hoyos del Domaine de la Bretesche es una joya enclavada en un entorno natural virgen. Con lagos, árboles centenarios e impresionantes vistas del castillo, ¡cada hoyo es un cuadro viviente! Técnicamente exigente sin ser intimidatorio, atrae tanto a aficionados como a golfistas experimentados. El campo se mantiene según principios ecológicamente responsables, con riego controlado, lijado selectivo y gestión sostenible del césped. La elegante y acogedora casa club completa la experiencia con todas las comodidades que puedas desear.
Un spa holístico entre piedra y naturaleza
El spa Cinq Mondes & Omnisens, de 400 m², es un auténtico santuario del bienestar. Ofrece una amplia gama de tratamientos corporales y faciales, rituales sensoriales y masajes en solitario o a dúo. Una piscina cubierta climatizada, revestida de piedra de Borgoña y abierta al exterior, te invita a hacer una pausa para relajarte profundamente. El hammam, la sauna y las duchas sensoriales amplían la experiencia.
En verano, el Chalet du Potager, situado en el corazón del jardín, ofrece un entorno bucólico único donde podrás disfrutar de un tratamiento rodeado de flores y plantas aromáticas.
Una tranquila piscina exterior
Además del spa, la finca ofrece una gran piscina exterior climatizada, abierta cuando hace buen tiempo. Situada en un entorno verde, ofrece una relajante vista de los árboles y el castillo. Tumbonas, sombrillas y refrescos: todo lo que necesitas para una tarde de ocio o un momento de relax en familia.
Un destino confidencial para fines de semana y eventos
A sólo 2 horas en TGV de París, el Domaine de la Bretesche también atrae a empresas que buscan seminarios inspiradores. Las salas de reuniones del antiguo lavadero, la Cour Carrée y el bar de las caballerizas convertido en acogedoras alcobas ofrecen la posibilidad de vivir experiencias personalizadas. Para los huéspedes en busca de relax, gastronomía o naturaleza, la finca ofrece una hermosa escapada, entre el lujo discreto y el confort absoluto.
En los alrededores, un terruño por explorar
La región de Missillac rebosa de cosas por descubrir. A pocos minutos de la finca, la Brière revela sus paisajes salvajes en barco o en bicicleta: canales bordeados de juncos, cabañas tradicionales con techo de paja, aves migratorias… Un viaje a través del tiempo y la naturaleza.
Los amantes del patrimonio se maravillarán con las calles medievales de Guérande, famosa por su ciudad fortificada y sus salinas, o el mercado cubierto de La Roche-Bernard, pueblo de artesanos clasificado como Pequeña Ciudad de Interés Cultural.
Para una escapada junto al mar, La Baule, con su legendaria playa y sus villas de la Belle Époque, está a menos de 40 minutos. Los epicúreos pueden ampliar la experiencia explorando los mercados locales o descubriendo las bodegas de vino de la región de Nantes.
Senderismo, tiro con arco, ciclismo o descansar junto al estanque: cada estación crea un ritmo nuevo.
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